La nueva provocación de Lars von Trier
Nymphomaniac | El último filme del director danés ya se exhibe en Europa. Y, como otras veces con el creador del Dogma 95, se desató la polémica. La película, que contiene escenas de sexo explícito, se estrenó en Navidad.
Data.Chaco
Es la última película de Lars von Trier, el director danés y uno de los creadores del manifiesto Dogma 95, en los 90. Se titula Nymphomaniac, se estrenó el 25 de diciembre en algunos países de Europa, entre ellos Dinamarca y España, y solo los que asistan en febrero al Festival de Cine de Berlín podrán ver la versión sin cortes del director, que tiene cinco horas y media, con las escenas explícitas de sexo anal y oral, y prácticas masoquistas originales, según cuenta Marcelo Stiletano en La Nación.
Es lo que anunció el director de la Berlinale, Dieter
Kossick, y sorprendió. En un principio, se creía que ese corte final
original no iba a conocerse antes de mayo, en Cannes, allí donde, en 2011, Von
Trier hizo desafortunados comentarios a favor de Adolf Hitler, mientras
presentaba en concurso su filme Melancholia.
“Comprendo a Hitler”, había dicho.
Von Trier, que dirigió Contra viento y marea (con Emily Watson, en 1996), Los idiotas (1998), Celebración (1998) y Dogville
(con Nicole Kidman, en 2003), relata esta vez la vida de una ninfómana, el
término que define la adicción al sexo de una mujer (furor uterino, según el Diccionario: ‘deseo violento e insaciable
en la mujer de entregarse a la cópula’), que recuerda sus experiencias sexuales
frente al hombre que la salvó de la muerte tras recibir una golpiza.
La “ninfómana” es interpretada por Charlotte Gainsbourg,
quien confesó: “Hubo dos cosas que me negué a hacer en Nymphomaniac: masturbar a un actor porno y aparecer en el mismo
plano con él mientras se masturbaba”.
El tráiler de Nymphomaniac. | YouTube.
El elenco se completa con casi nadie: Stellan Skargard, Willem
Dafoe, Shia La Boeuf, Uma Thurman, Christian Slater, Jean Marc Barr, Jamie
Bell, Connie Nielsen, Udo Kier y la debutante Stacy Martin. Todos ellos se
prestaron a participar de escenas de fuerte erotismo, aunque las de sexo
explícito fueron hechas por dobles, actores porno.
Según Stiletano, la película, de dos partes de 117 y 130
minutos cada una, está vendida a casi todo el mundo, pero todavía no hay
certezas sobre su eventual fecha de estreno en la Argentina.
No es la primera vez que Von Trier provoca con escenas de
sexo explícito. Ya lo hizo en Los idiotas,
la obra cumbre del Dogma, donde, como establece el manifiesto, no hubo guión ni
ensayos ni lugares especialmente acondicionados para las escenas ni trabajo de edición.
Pero Von Trier no provoca solo con el sexo. En Contra viento y marea, según recuerda
Carlos Gamerro, se muestra “decidido a insultar deliberadamente a su público
progre y laico, o al menos moderada y modernamente religioso, enrostrándoles
una película medieval sobre sacrificios y milagros, heredera de una larga
tradición que va de los mártires cristianos a esos héroes dostoievskianos que
buscan la salvación y aun la santidad a través de la infamia y el pecado”; “en Dogville desarrolló una película entera
en un set con las casas, calles y otras locaciones apenas dibujadas sobre el
suelo, demostrando que no faltaba nada (…); y en Dancer in the Dark (Bailando
en la oscuridad) inventó un género en apariencia imposible: la tragedia
musical...”.
Y cierra: “La etiqueta de provocador, entonces, a Lars von
Trier le queda corta por donde se mire. Esto no es provocar. Esto es buscar las
verdades insoportables en la médula de los espectadores. No nos ayuda a
entender sino a tomar conciencia de todo lo que no entendemos”.
0 comentarios:
Publicar un comentario