Aprender palabras es como tener sexo
Orgasmo | Una investigación revela que la adquisición del lenguaje activa las áreas del cerebro relacionadas con el placer y la recompensa.
datapuntochaco
Aprender
palabras nuevas activa áreas del cerebro relacionadas con el placer y la
recompensa en las personas adultas. Se trata de los mismos circuitos que
responden a estímulos como la alimentación, el sexo, las drogas o el juego.
Aprender es pues casi como una buena adicción.
Así
lo revela un estudio científico publicado en la revista Current Biology.
Investigadores de la Universitat de Barcelona (UB), del Institut d’Investigations
Biomèdiques de Bellvitge (Idibell) y de la universidad Otto von Guericke de
Magdeburg (Alemania) descubrieron que aprender palabras nuevas activa las
mismas áreas cerebrales que el sexo, según un artículo publicado en el diario
barcelónes La Vanguardia.
Hasta
ahora se sabía que la adquisición del lenguaje provoca la activación de
circuitos corticales, pero este trabajo añade que las emociones también podrían
jugar un papel importante en este proceso.
La
investigación “muestra un posible aspecto emocional en el desarrollo del
lenguaje”, afirma Antoni Rodríguez Fornell, profesor de la UB e investigador
Icrea del Idibell. Este punto podría abrir puertas a nuevas teorías del
lenguaje que intenten explicar de qué manera diversas áreas de placer y
recompensa pudieron influir en la aparición de uno de los instintos más básicos
de los humanos: el deseo de aprender palabras y comunicarse.
Este
descubrimiento confirma además que, en la edad adulta, la motivación por
aprender un nuevo idioma se mantiene, lo cual nos ayuda a adquirir nuevas
lenguas. Los científicos también creen que será útil para futuras
investigaciones y terapias en pacientes con problemas de aprendizaje
lingüístico.
El
experimento se llevó a cabo con 36 adultos, que participaron en dos sesiones de
resonancia magnética. En ellas debían aprender el significado de palabras
nuevas deduciéndolo a través del contexto. También participaron en una
actividad de juego en la que debían apostar dinero. En ambos casos se activaron
las regiones de motivación y recompensa del cerebro.
Aprender
da placer y, además, las personas que tienen una mejor conexión con el área de
recompensa del cerebro eran capaces de aprender más palabras.
Los
investigadores reconstruyeron las fibras de sustancia blanca que conectan las
diferentes regiones cerebrales de los participantes y descubrieron que las
personas con una mejor conexión en el área de recompensa son capaces de
memorizar más palabras y más rápido. Por otro lado, las informaciones que tienen
asociadas una carga emocional se fijan con mayor facilidad.
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